martes, 22 de enero de 2008

Los claveles rojos, una seria esperanza


Por Abede

Uno de los símbolos del Partido Socialista es la imagen de un puño levantando un clavel rojo, como los que levantaron los heroicos soldados portugueses cuando llevaron a cabo su revolución, la cual dio democracia y prosperidad a la Portugal moderna.

Terminaron con las injusticias que hacia mucho tiempo regían la vida de las y los portugueses y sus colonias y transformaron la esperanza en un cambio concreto para la vida de los hombres y mujeres.

Este último deseo es el que parece haber cobrado fuerza en la Republica Argentina, a partir del triunfo de Hermes Binner en la provincia de Santa Fe. El Partido Socialista (PS) borró del mapa político santafesino a los dos grandes partidos tradicionales con un increíble ascenso político que parece copiado del exitoso ejemplo uruguayo del Frente Amplio.

La aparición de Hermes Binner coloca al PS en el juego político nacional con grandes ambiciones de llegar al poder. En Hermes Binner, el PS, encontró a un potencial candidato presidencial, a un constructor de alianzas políticas y a un ejemplo a seguir para todos los militantes socialistas que ven en el a una persona seria en su vida cotidiana y que ha llegado alto en política. Desde las derechas del PRO y de la Coalición Cívica, a los peronistas y radicales, se reconoce ahora al PS como un partido con serias chances de crecer en el futuro y a Hermes Binner como a un candidato a temer en futuras elecciones.

No obstante, el Partido tiene problemas internos que debe resolver si quiere convertirse en el cambio que tantos buscan y que tanto necesita el país. El ejemplo más claro de estos problemas son las serias contradicciones ideológicas que se producen a la hora de efectuar una política de alianzas con otras fuerzas políticas. Un claro ejemplo de esto es la creación del frente electoral con la Coalición Cívica que se presentó a las últimas elecciones presidenciales. En este caso es clarísimo como el PS mira a la Coalición Cívica para hacer oposición al gobierno nacional y no para crear una alternativa política. Si intentaran crear una alternativa política, se darían cuenta que el PS tiene poco en común con la Coalición Cívica.
La Coalición Cívica es un grupo político liberal económica y políticamente en donde existen cuadros valiosos y jóvenes como Adrián Pérez (uno de los que encabezó las investigaciones sobre el caso Skanska) pero al mismo tiempo personas que con tal de figurar en alguna lista electoral, entren en cualquier Frente (Patricia Bullrich), representando lo peor de esa vieja y putrefacta política. Su líder, Elisa Carrió, se preocupa principalmente por la honestidad de la clase política ante la sociedad pero se olvida que los problemas de la sociedad no son solamente la honestidad, sino las desigualdades sociales, la inseguridad, el desempleo, el sistema educativo, el sistema sanitario y hay actores políticos con los cuales Carrió tiene deseos de unirse (por ejemplo, López Murphy) que mas allá de la honestidad, representan recetas políticas, viejas, atrasadas, reaccionarias y que la misma realidad se encargó de refutar.
Además, el vínculo de Elisa Carrió con la Iglesia Católica no es más que la reafirmación de relacionarse con las clases dominantes y mantener el orden social tal como está.
Para un Partido como el PS, es imposible crear una alternativa política exitosa con un grupo político más preocupado por la honestidad de sus dirigentes que por cambiar las relaciones de poder entre la clase dominante y la sociedad civil porque con la honestidad sola no se transforma el país. El PS es un partido progresista que busca el cambio estructural, de raíz y una alianza con la Coalición Cívica significa renunciar a la idea de cambiar de fondo a la sociedad.
El PS por su historia, ideología y sus objetivos políticos, debe girar a la izquierda democrática. Hacia partidos como el Partido Intransigente, hacia Diálogo por Buenos Aires, el Partido Nuevo (Luis Juez), Encuentro por la equidad y la democracia (Martín Sabatella), el ARI Autónomo y otros sectores independientes progresistas. Es ahí donde el PS puede encontrar su rumbo, su alternativa política que la catapulte al poder, para desde ahí, cambiar la realidad.

El segundo ejemplo de contradicciones ideológicas a la hora de efectuar una política de alianzas con otras fuerzas políticas, es la que efectuó el PS de la Provincia de Buenos Aires con el Frente para la Victoria. El PS bonaerense en su afán de luchar contra las desviaciones ideológicas de un sector del partido, termina cometiendo otras desviaciones ideológicas. NO SE PUEDE CAMBIAR LA REALIDAD DEL PAIS, DE RAIZ, A TRAVES DE UN CAMBIO ESTRUCTURAL SI EL PARTIDO EN VEZ DE LUCHAR CONTRA LO VIEJO, CORROMPIDO Y DESPRESTIGIADO DE LA POLITICA, SE JUNTA CON ÉL. No se puede mezclar las ideas socialistas con Alberto Balestrini, Alberto Fernández, Aníbal Fernández, Daniel Scioli, Manuel Quindimil y otros corruptos y mafiosos que no hacen más que asegurar que todo esté como está y no haya ninguna transformación social en el país.
Todo aquel que se autodenomine SOCIALISTA, debe luchar contra todo lo vinculado a los aparatos clientelísticos (sean peronistas o radicales).

Ante estos problemas, el Partido debe empezar a debatir seriamente estos asuntos y tomar decisiones precisas que clarifiquen el panorama y permitan avanzar hacia los objetivos del partido. En este sentido, el 2008 es un buen año para tomar decisiones estratégicas de cara al futuro, teniendo en cuenta que a mitad de año se realizarán las elecciones para las autoridades superiores del Partido.
Este año le dará una oportunidad histórica para que el partido empiece a elaborar una política de alianzas, seria, coherente con sus principios, su ideología, que tengan el consenso de una mayoría aplastante del Partido, que permita tener esta política de alianzas en todo el país, seguida con gran disciplina por sus militantes y que permita construir la alternativa política que le otorgue a la gente la esperanza de vivir en un país mejor.
En este contexto en que vive el Partido internamente, hay un político que juega un papel clave para dilucidar estas cuestiones y otras más, que es ni más ni menos que el flamante gobernador de Santa Fe, Hermes Binner. Su personalidad austera, medida, seria y su gran victoria obtenida en la provincia de Santa Fe, hace a este médico la persona capaz de crear consensos al interior del partido y afuera del partido para crear una alternativa política, a sabiendas de que su experiencia en Santa Fe llevá al poder a la izquierda por primera vez en una gobernación del país y teniendo, como siempre, la referencia histórica de la experiencia del Frente Amplio.
Si Binner tiene éxito en conducir al Partido hacia una política de alianzas con fuerzas políticas progresistas, entonces estaremos ante la certera posibilidad de que este viejo y respetado Partido ocupe el rol protagónico que la historia hasta ahora no le había dado. Porque si Binner tiene éxito y ese Frente que él creó en la provincia de Santa Fe, lo puede ampliar a nivel nacional, estaremos ante el primer paso para transformar la realidad y, como diría Antonio Gramsci, que lo viejo termine de morir y lo nuevo termine de nacer.
Les recomiendo que sigan de cerca lo que ocurre al interior del Partido Socialista, porque los claveles rojos son una seria esperanza.

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