La obra -realizada por el artista Ernesto Pesce- fue ubicada entre los monumentos recordatorios a las víctimas de los atentados a la embajada de Israel y la AMIA, en el cementerio israelita de La Tablada.
Estimaciones de miembros de la comunidad judía indican que entre 1976 y 1983 desaparecieron entre 1.800 y 2.000 jóvenes argentinos de origen judío y, según Rosa Roinsiblit vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo e integrante de la Asociación de Familiares de Desaparecidos Judíos, unos 22 chicos del mismo origen fueron apropiados.
"Estamos acá para honrar la memoria de los judíos asesinados durante la dictadura militar. Y porque necesitamos pedir perdón por la conducta de muchos de los miembros de la comunidad en la época del proceso", señaló Luis Grynwald, presidente de la AMIA, en el primer discurso del homenaje.
Grynwald sostuvo que "debe ser un compromiso de todos mantener y profundizar el camino de memoria, verdad y justicia" y enfatizó: "de la misma manera que se puede definir una identidad a partir de la cultura, también podemos decir que somos, como individuos, como comunidad y como país, aquello que recordamos".
En representación de los jóvenes habló el presidente de la UEJA, Diego Gladstein, quien aseguró que el recuerdo de las víctimas “inspira a seguir luchando ahora y siempre”.
Eduardo Luis Duhalde, por su parte y en nombre del Gobierno, señaló que el monumento "resume el dolor de las víctimas en su último trance", y que es por eso "un ejercicio ineludible de la memoria".
El funcionario mencionó que en la dictadura "el ser judío, significó que sus captores aplicaran mayor ferocidad en las torturas, haciendo palpable la genealogía del racismo y de la xenofobia que anidaba" en la concepción de los jerarcas de la dictadura.
"La memoria de las víctimas judías de la dictadura, se hermana con las víctimas de la Shoá (Holocausto), con las de la Embajada de Israel en Buenos Aires y la AMIA, como expresiones brutales de un antisemitismo que nos obliga a todos los argentinos a la lucha por evidenciarlo y erradicarlo definitivamente", remarcó.
Mauricio Brodsky, en nombre de la Asociación de Familiares de Desaparecidos Judíos -y padre de Fernando, su hijo desaparecido- recordó que "el terrorismo de Estado institucionalizó "un sistema criminal de terror planificado y masivo".
Ernesto Pesce, el creador de la escultura inaugurada en el cementerio judío de La Tablada, marcó la dificultad para su realización. "¿Cómo se representa tanto horror, cómo trabajar la estética frente al dolor?", reflexionó
Fuente: Página 12
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