A sus 92 años, la que fuera durante tres años secretaria y "cómplice" del empresario alemán Oskar Schindler en el salvamento de 1.200 judíos durante la Segunda Guerra Mundial, llegará a Israel para establecerse definitivamente en el país cerca de su única familia: su hijo Sacha, sus nietos y biznietos.
A sus 92 años, la que fuera durante tres secretaria y cómplice del empresario alemán Oskar Schindler en el salvamento de 1.200 judíos durante la Segunda Guerra Mundial, llegará a Israel para establecerse definitivamente en el país cerca de su única familia: su hijo Sacha, sus nietos y biznietos.
Antes de abandonar su residencia en Nueva York, Mimi Reinhard desvelaba esta semana cómo primero se salvó a sí misma gracias al industrial. Trabajaba como traductora en el campo de concentración polaco de Plaszow, y, simplemente, añadió su nombre y el de dos amigos a una de las listas de prisioneros judíos que iban a ser destinados a la factoría de municiones de Schindler, que reclamaba a los reclusos como «mano de obra vital» para su negocio. Muchos de sus compañeros en Plaszow acabaron en las cámaras de gas.
En aquel inventario, Mimi se apuntó como «mecanógrafa», aunque jamás aprendió a utilizar la máquina de escribir. «Escribía sólo con dos dedos», explica rememorando la época que luego pasó tecleando, desde el gueto de Cracovia, listas y más listas que Schindler y su socio israelí Isaac Stern mandaban a las autoridades para pedir que les facilitaran más judíos. Más vidas que librar de la muerte, como Steven Spielberg retrataría en su película de 1993.
Tras la guerra, logró localizar en Tánger a su hijo, superviviente de un campo de concertración, gracias a un agente británico. Ahora volverá con él, cerca también de Schindler, enterrado en un cementerio de Jerusalén. «Le hubiera encantado toda esta atención», confiesa.
Fuente: ABC
lunes, 3 de diciembre de 2007
La secretaria de Schindler emigrará a Israel
Secciones: Noticias 2007-2008
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