martes, 22 de abril de 2008

Análisis de las elecciones en la AMIA desde la mirada de los matrimonios mixtos


Por Naum Kliksberg *

El 13 de abril se realizaron las elecciones en la AMIA. En los meses previos se agudizaron las polémicas entre la corriente de los judíos religiosos ortodoxos enfrentando a todos los sectores que no son ortodoxos.

Un ejemplo de ello sucedió hace pocas semanas, causo un gran escándalo público, rabinos ortodoxos que administran una institución de ayuda a niños pobres judíos rechazaron una donación de dinero por ser realizada por un matrimonio mixto, ante esa actitud diez Rabinos, de tendencias religiosas no ortodoxas, firmaron dos documentos que hicieron públicos en los cuales acusaron a rabinos ortodoxos de tener actitudes discriminatorias y una ideología fundamentalista y racista.

Los ortodoxos tienen una actitud de total rechazo a los matrimonios mixtos (matrimonios compuestos por un integrante judío y un no judío), llegando a manifestar en múltiples ocasiones un alto nivel de intolerancia que llega a producir con frecuencia fuertes ofensas a los matrimonios mixtos y a sus hijos. Esa actitud, que se origino en otros tiempos con el objetivo de garantizar la sobrevivencia del pueblo judío, en la actualidad la pone en serio peligro, porque está produciendo la extinción demográfica de los judíos, ya que las estadísticas indican que de cada cien judíos/as que se casan en el mundo (fuera de Israel) 65 lo hacen con no judíos/as. La única forma de que no se extingan demográficamente los judíos que viven fuera de Israel es acercando en mayor medida a los hijos e hijas de los matrimonios mixtos al judaísmo, en lugar de rechazarlos y de esa forma obligarlos a su asimilación (pérdida de la identidad judía).

El tema de la desaparición demográfica por la asimilación fue preocupación central de todos los candidatos en estas elecciones en la AMIA. Los ortodoxos sostienen una actitud agresiva de rechazo total a los matrimonios mixtos aunque ello implique la autodestrucción del pueblo judío, todos los otros sectores que no son ortodoxos, tanto laicos como religiosos, aceptan que las estadísticas marcan una realidad que hay que enfrentar con otra forma de pensar y actuar ante la pérdida demográfica por la asimilación masiva. El integrante judío de un matrimonio mixto no se asimila cuando se casa con un no judío o judía, se asimila cuando se siente rechazado por la comunidad judía por formar un matrimonio mixto.

Los matrimonios mixtos, desde el sitio en internet que los defiende de las discriminaciones que sufren, vienen aportando al esclareciendo de la opinión pública sobre este tema y sobre aspectos poco conocidos, y muy cuestionables, de la ideología de los rabinos de la corriente ortodoxa, gracias a esos esfuerzos muchos socios de la AMIA que en otras elecciones por indiferencia no concurrían a votar, en esta ocasión lo hicieron para votar contra los ortodoxos. Por eso las 4 listas que presentaron los sectores no ortodoxos lograron sumar el 62.3 % de los votos, contra 37.7 % que obtuvieron los ortodoxos con su lista “Bloque Unido Religioso”.

En estas elecciones los ortodoxos exigieron al máximo a su organización para movilizar a todos sus adeptos, quienes disciplinadamente respondieron concurriendo en forma masiva a votar por la lista de los ortodoxos. No obstante solo lograron 7 % más de votos que en la anterior elección, quedaron muy lejos del 51 % que esperaban para poder imponer a sus candidatos en la Asamblea Electoral. Podrían haberlo logrado si no hubiese aumentado en forma importante la cantidad de votantes antiortodoxos en relación a la anterior elección en el 2005. Aunque quieran publicitarlo como un gran triunfo el 37,7 % que obtuvieron no lo es, no les es suficiente para obtener el control de la AMIA, porque la oposición a ellos sumo más del 62 % de los votos.

Los votantes eligieron representantes quienes en una Asamblea Electoral elegirán el 20 de mayo a la futura comisión directiva y al nuevo presidente de la AMIA. Como ninguna de las listas obtuvo más del 50% ninguna agrupación puede imponer a sus candidatos, ellos se decidira en esa asamblea por negociaciones, alianzas y compromisos, entre los representantes de las 3 listas que obtuvieron más votos.

El sector ortodoxo quiere crear un aire triunfalista para imponer su voluntad en la Asamblea de Representantes. Seria antidemocrático que en esa asamblea la lista de los ortodoxos, que obtuvo 37.7 % de los votos, sea la que defina a quienes se debe elegir. El criterio de la asamblea debería ser respetar y reflejar la voluntad de la mayoría, del 62,3 % que voto contra los ortodoxos. Los que integrarán la asamblea también deberían tener en cuenta dos aspectos muy importantes:

1. La AMIA tiene 26.200 socios, 18.600 estaban en condiciones de votar por estar al día en sus cuotas, votaron más que el doble que en la anterior elección, 7.300 personas, de los cuales votaron a los ortodoxos 2.779, por lo tanto no votaron 18.900 socios, casi la totalidad de ellos no son ortodoxos religiosos ya que los que son ortodoxos votaron casi todos, o sea que menos del 11 % de los 26.200 socios de la AMIA son ortodoxos religiosos.


2. Ante la opinión pública Argentina, y los poderes políticos, la AMIA es considerada la principal institución que representa ( y con su accionar compromete) a todos los judíos argentinos, socios y no socios, de los cuales los 2.779 que votaron por los ortodoxos son solo un poco más del 1%.

Teniendo en cuenta estos factores, los integrantes de la Asamblea Electoral, que recibieron en sus listas los votos contra los ortodoxos, tienen que respetar la voluntad de sus votantes, por lo tanto deben elegir a las nuevas autoridades sin aceptar las exigencias de los rabinos ortodoxos. Hacer lo contrario significaría no responder al
mandato que recibieron de sus votantes, lo cual sería extremadamente grave.

* Director del Portal MatrimoniosMixtos.Com

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