martes, 24 de junio de 2008

Olmert y Barak llegaron a un acuerdo


La votación para la disolución de la Knéset prevista para hoy fue aplazada indefinidamente luego que el primer ministro, Ehud Olmert, se comprometió a celebrar las primarias del partido Kadima a más tardar el 25 de septiembre. A cambio, el partido Laborista retirará su apoyo para disolver el parlamento.

Olmert y el presidente del partido Laborista, Ehud Barak, luego de los esfuerzos de mediación de allegados a los mismos acordaron aplazar la votación sobre la lectura preliminar de un proyecto de ley para dispersar a la Knéset. A principios de esta semana, el bloque laborista informó que apoyaría el proyecto y Olmert informó a los ministros del Laborismo en el Gobierno que los despediría si apoyaban el proyecto.
De acuerdo con el compromiso, Olmert acordó establecer una fecha para una elección primaria en Kadima a más tardar el 25 de septiembre.
Para demostrar sus intenciones, llamará a una reunión del bloque Kadima. En la misma, los miembros votarán la modificación de la carta del partido a fin de hacer posible la primaria.
Al mismo tiempo, el partido se pronunciará sobre la celebración de una reunión del Consejo del partido el 21 de julio, después de la declaración de Morris Talansky, testigo en la investigación por corrupción que enfrenta Olmert, prevista para julio 17. En la reunión se deberá aprobar el cambio en los estatutos y fijar la fecha de la primaria. Así, Olmert puede decidir sobre su futuro político.
Barak, por su parte, puede presentar el compromiso como un logro, y reclamar que logró obtener de Kadima fijar una fecha para su elección primaria.
Las negociaciones indirectas entre Olmert y Barak fueron encabezadas por el presidente del comité para asuntos del partido Kadima, el diputado Tzaji Hanegbi, y el jefe del Consejo de Kadima, el intendente de Rishon Letzion, Meir Nitzan.
Nitzan y Hanegbi se reunieron por separado, en reuniones privadas, con Barak, y recibieron la impresión de que él estaba abierto al compromiso.
Ellos explicaron a Olmert que la mayoría de los miembros de Kadima le instaban a llegar a un compromiso para no llegar a la disolución de la Knéset.
Altos funcionarios de Kadima dijeron que Barak y Olmert entienden que no existe una verdadera diferencia ideológica entre ellos, sino una lucha de ego.

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